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26 mars 2014

Estados Unidos de América : ¿Alta política o desconcierto absoluto ?

par Guadi Calvo *

 

Mientras el mundo sigue pasmado las audaces acrobacias del presidente ruso Vladimir Putin en la fina línea que separa Crimea de una guerra con Ucrania : Mientras en Kiev los heroicos manifestantes de la plaza de la Independencia, reclaman el pago por sus desinteresados servicios a la patria por las protestas que encabezaron los fascistas del Leviy Sektor (Sector de derechas) y el partido Svoboda, entrenados en Polonia por la CIA.

Mientras alguno se pregunta ¿que se ha hecho de los cientos de millones de dólares que aportaron las embajadas occidentales para pagar la espontaneidad de esas manifestaciones ? tal como lo denuncia el ex Jefe de Seguridad Alexánder Yakimenko. Mientras los líderes de la revolución democrática ucraniana tan apegados a los principios, a los que Washington mata por imponer, se han trepados, como pericia de barras bravas, a la cúspide del poder en Ucrania. Mientras desde allí, buscando donde esconder los dólares reclamados por los tifosis, de reojo espían a Putin, que desoja la margarita de si cargarse también a la república ignorada de Transnistria, la región rusófila que se autoproclamó independiente de Moldavia hace más de 20 años y le iría como anillo al dedo a Moscú para cerrar finalmente cualquier acceso de Ucrania al Mar Negro.

Mientras la cuestión Ucrania-Crimea ha capturado la atención mundial el pueblo sirio ha seguido resistiendo a los miles de mercenarios que desde hace tres años están destruyendo su país.

Estados Unidos, sabe que sin su intervención directa la derrota de Bashar al-Assad es imposible, y muy ocupado en como Putin seguirá jugando en Europa, ha decidido poner en pie de guerra a Israel y a Turquía que van calentado motores en la cuestión siria.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, el domingo 23 de marzo, confirmó el derribo de un avión militar sirio, cerca de la provincia de Hatay, sobre el Mediterráneo, por cazas F-16 de la aviación turca. Aduciendo que había penetrado el espacio aéreo de Ankara, aunque el avión derribado cayó del lado sirio cerca de del municipio costero de Yailadag.

Por otro lado el último 19 de marzo Israel, asociado a al-Qaeda, quien desde el sur de Siria, ha atacado con cohetería posiciones judías en los Altos del Golán, para dar pie a que Tel-Aviv bombardeara posiciones del ejército sirio próximas a las aldeas de Kom y Nouriyeh. Suena por demás extraño que teniendo una guerra sin resolver en su territorio, Damasco, salga a provocar a cualquier otro país, aunque cuente con el apoyo de Rusia, Irán y Hezbollah.

El pasado que no huye.

Es difícil imaginar qué escenario construyeron en sus hipótesis los cerebros del Pentágono, cuando armaron la mise-en-scène ucraniana, y como pensaron el mundo que se iba a rearmar a partir de que los heroicos hooligans de Kiev tomaran el poder. Sin duda hubo un fuerte error de cálculo que ha desviado a la política internacional por lo menos tanto como el vuelo MH370 de la de Malaysia Airlines.

Es imposible creer que los Estados Unidos y el resto de sus socios se hayan metido en la aventura ucraniana, cuando en cuestiones infinitamente menos delicadas, porque ocurren en territorios remotos, en pueblos pobres y que los amigos de la prensa internacional están dispuestos a ocultar, siguen cada vez más complicados.

Washington tiene cuestiones que deberán resolver, con desesperante premura. Ya ni hablar de Siria, Bashar al-Assad y el ejército Árabe Sirio, las están resolviendo muy bien. Pero en estas últimas semanas Libia y Afganistán le han recordado al presidente Obama que allí tiene pagares por levantar.

En Afganistán han recrudecido los ataque suicidas del Talibán y en poca semanas ya son tres los atentados que han filtrado los cerrojos de la prensa occidental, que habrían dejado cerca de cuarenta muertos.
En Libia el descontrol es absoluto, el Primer Ministro Ali Zeidan ha debido huir del país, mientras que bandas mercenarias que operan en la Cirenaica, región que en la práctica ya está escindida de Libia, con Benghazi como capital, han tomado tres puertos claves por donde despachan petróleo a su antojo. El autroproclamado primer ministro de Cirenaica, Abdraba Abdulamid al-Barasi, desafía el poder de Trípoli, dispuesto a resistir cualquier intento de retoma de los puertos. En el puerto de Es Sider el petrolero norcoreano Morning Glory, cargó crudo por 350 000 barriles, lo que obligó a que comandos de los Navy Seal, lo tomaran en las costas de Chipre y lo estén volviendo a puertos libios, custodiados por embarcaciones usamericanas.

Sumado a Libia y Afganistán a quien amenaza con abandonar a su suerte durante este año, sabiendo que el presidente afgano Hamid Karzai, sin duda no olvida el terrible fin de su colega Mohammad Najibulá, torturado y ejecutado por los talibanes en 1992. Estados Unidos tampoco puede olvidar la guerra sectaria de Irak, donde Washington obviamente tiene absoluta responsabilidad.

Con este cuadro de situación solo queda por preguntarse : ¿que esconde el presidente Obama y su ministro de guerra en las sombras, el senador John McCain, cuando lanzan una embestida semejante contra Rusia ? ¿Habrá que esperar una gran jugada de alta política o es solo el reflejo espasmódico de un desconcierto absoluto ?

Guadi Calvo para Hamartia

Hamartia. Buenos Aires, 26 de marzo de 2014.

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