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1er novembre 2004

Viva Uruguay !
"Sin vueltas, se van, muchachos ya se van".

par Martín Granovsky

 

A medianoche, con sólo el 9 por ciento de los votos escrutados, las proyecciones daban una mayoría cómoda a la coalición de izquierda, que ganó en primera vuelta y llega al gobierno nacional a 33 años de la primera formación del Frente Amplio. Los colorados y los blancos reconocieron anoche mismo la derrota.

Fueron 33 años esperando esas 12 palabras. A las 10 de la noche Tabaré Vázquez salió al balcón del Hotel Presidente y las dijo : "Festejen, uruguayos, festejen, que la victoria es de ustedes. Gracias, muchas gracias". La coalición de la izquierda y el centroizquierda del Uruguay estaba ganando la Presidencia en la primera vuelta en un triunfo histórico y aplastante que coronó una construcción iniciada en 1971. La plaza Independencia explotó en un festejo que a la medianoche seguía, interminable, en el centro y en los barrios, con sonido de tamboriles y ritmo de candombe.

"Y ya lo ve, y ya lo ve, es presidente Tabaré", cantaba la gente envuelta en las banderas azules, blancas y rojas de la coalición Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría.

También gritaba "Uruguay", con las sílabas bien marcadas, como en la cancha. Y "Soy del Frente/ soy del Frente/ del Frente yo soy".
Por supuesto, figuró otra consigna : "El pueblo/ unido/ jamás será vencido".

En algunos parlantes de la avenida 18 de Julio, combinación de Corrientes y Avenida de Mayo, se escuchaba, como en una letanía, a Mercedes Sosa cantando "cambia, todo cambia". También había parlantes con canciones de Los Olimareños y otros con la voz de Alfredo Zitarrosa. Las letras, las consignas y las músicas eran iguales o parecidas a las que se escuchan en actos o recitales de la Argentina. La diferencia es que, en Uruguay, no forman parte del folklore político o de una simple tradición cultural. Se convirtieron en poder local primero en Montevideo en 1990 y ganaron el gobierno nacional, que encabezarán desde el 1° de marzo por el triunfo aplastante de ayer.

El comando electoral de Tabaré recibió los primeros números a las cuatro de la tarde, cuando faltaban tres horas y media de votación. Una encuesta telefónica de mil casos realizada por la empresa Mori le daba un 51,3 por ciento de votos con un 6 por ciento que no había contestado el sondeo. Si, como es habitual, se tomase en cuenta que ese último porcentaje votara en la misma proporción que el resto, debería agregarse alrededor de un 3 por ciento al 51,3. Daba un 54,6. Con un margen de error del 2,6, en el peor de los casos el Frente estaba obteniendo el 52 por ciento de los votos, cuando sólo necesitaba el 50 por ciento más un voto para ser gobierno sin necesidad de segunda vuelta. Después la consultora agregó otros 500 casos, y la cifra subió un 1 por ciento más. Y con las primeras informaciones de los fiscales propios no les quedó ninguna duda no sólo a los dirigentes de la coalición sino a los otros dos candidatos, el colorado Guillermo Stirling y al blanco Jorge Larrañaga : el Frente no sacaría menos del 51 o el 52 por ciento.

Poco antes de las once de la noche Vázquez volvió al balcón. Recordó al general Líber Seregni y de nuevo pidió, cada vez más sonriente debajo de su pelo cano peinado al jopo, enfundado en un saco azul con pantalón gris y corbata también azul, que los uruguayos "festejen, festejen". Ya sonaba a complicidad con los miles que estaban ahí abajo y habían empezado a hacerlo el sábado a la mañana, recorriendo Uruguay a fuerza de bocinazos.

El senador Danilo Astori, ya designado ministro de Economía, anunció irónicamente que la historia seguirá hoy al mediodía. "Habrá un breve descanso matinal que se va a imponer por la vía de los hechos", dijo. A esa altura los uruguayos ya disfrutaban del fin de la doble veda, la que impedía beber alcohol y la que no los dejaba estallar porque todavía podían tener alguna lejana sospecha de que la segunda vuelta era posible.
En la plaza, Jorge, de 22 años, contó a Página/12 que vende tarjetas de teléfono y que votó por primera vez. Puso una boleta del Frente porque,dijo, "estamos podridos de estar así". A saber : "Somos tres gatos locos y estamos cagados de hambre".

A su lado, Natalia, 19, estudiante de Arquitectura, zapatillas rojas y movimiento de candombe perpetuo, dijo que ninguno de los dos era militante del Frente Amplio. "Militantes no, votantes", informó.

 ¿Y qué hacen envueltos en banderas ?

 Lo que pasa es que el Frente es un sentimiento, loco -dijo Jorge como en la cancha.

También dejó una idea de por qué la alegría era interminable :

 Si yo lo siento como hubiera esperado este triunfo más de 30 años, imaginate toda esa gente -dijo mirando a los de cuarenta y tantos, los únicos con memoria política propia para haber experimentado la espera en carne propia.

José Mujica, ex tupamaro, hoy senador, posible ministro de la Producción, tiene 70. Le preguntaron si ahora, después del triunfo, iba a descansar. Vale la pena reproducir su respuesta entera, porque pinta bien a este político práctico con frases camperas y una obsesión a lo Lula por decir las cosas con mucha sencillez : "No, no, yo no descanso. Yo duermo de parado. Me comí un montón de años de cana y a las dos horas, cuando salí, ya estaba militando. Como ahora. No sé lo que se viene. Se viene un ventarrón. Yo sé que es mucho más fácil soñar que poder construir, y seguramente que en nuestro horizonte hay futuras frustraciones. Pero no voy a traicionar a mi pueblo. Lo poco o mucho que me quede lo voy a poner. Y cuando no pueda más me moriré o me acostaré abajo de un árbol. Soy un viejo antiguo : no voy a permitir maricones que lagrimeen al lado mío. Los pobres piden poco. Pero piden. Lo primero es comida para los gurises que tienen anemia, porque después nos van a costar más".

A la coalición las cosas se le presentan fáciles en términos de instrumentos institucionales. Según las proyecciones estadísticas, que los cómputos definitivos deberán confirmar, en el Senado el Frente tendrá 16 escaños sobre 30, y podrá sumar al vice Nin Novoa en eventual caso de empate. En la Cámara baja, sobre 99 diputados la izquierda tiene asegurados 52, contra 35 blancos y 10 colorados. Los 99 se completan con dos todavía en duda. El nuevo presidente tendrá mayoría en las dos cámaras, cosa que sucede por primera vez en 38 años. No llega a los dos tercios que le permitirían, por ejemplo, designar ya mismo a los directivos de los organismos de control, que de esta manera deberán ser consensuados con la oposición, en especial los blancos.
"Logramos una votación excepcional que el partido no registraba desde 1989", dijo Jorge Larrañaga, que habló de la justicia social y la libertad "para compatriotas de todos los pagos". "Al país, lo que necesite ; al gobierno, lo que merezca, como dijo Wilson Ferreira Aldunate", citó Larrañaga.

No está claro si esas palabras y la actitud de Larrañaga de visitar anoche mismo a Tabaré (ver aparte) representa el comienzo de un sistema de cooperación especial.

El obstáculo para esa tendencia, si es que en ambas fuerzas hay dirigentes imaginándola, es que las elecciones para presidente y legisladores están desdobladas de las departamentales (Uruguay es unitario y tiene intendencias, no Estados) y los blancos estarían obligados a competir para no diluirse en el interior, donde son más fuertes que en Montevideo.
El gran fiasco de las elecciones son los colorados, que gobernaron Uruguay durante casi toda su historia, en alternancia o a veces en alianza con los blancos. Es la peor situación de uno de los dos partidos en los últimos 170 años, y tal vez el final del bipartidismo o el comienzo de un bipartidismo nuevo, entre la izquierda y los blancos.

A la medianoche el languideciente Jorge Batlle, que pasará a la historia con esta derrota colorada, llamó a Vázquez para acordar una entrevistaentre sus colaboradores para el arranque de la larga transición de cuatro meses. Con sólo el 9 por ciento de los votos escrutados, la coalición de izquierda había cumplido uno de sus pronósticos : "Que se van, se van", decían sus candidatos en la campaña. Se fueron.

***

ARGENTINOS EN LA FIESTA FRENTISTA QUE FUE AYER MONTEVIDEO

Por L. B.
Montevideo, 1 de noviembre del 2004

Y cantaban "se van, muchachos, se van"

"Se van muchachos, se van..." se cantaba a voz en cuello en el boliche El Hacha, en la zona vieja de Montevideo. Había un cumpleaños y estaba lleno de uruguayos que habían venido a votar desde Argentina. Pero los que cantaban eran argentinos. Fabio Basteiro, de la CTA Capital, y una delegación de esa central coreaban la murga de Basteiro que no podía con el falsete. En la mesa estaba también el diputado socialista Ariel Basteiro, hermano del cantor y, más serio, el diputado Jorge Rivas.

Los socialistas llegaron en masa desde Argentina para festejar con el Frente Amplio, desde Rubén Giustiniani y Oscar González, hasta el actual intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, el ex intendente Hermes Binner y el legislador porteño Raúl Puy. Las comparaciones con la fuerza del socialismo uruguayo despertaban la envidia sana en los socialistas de este lado de la orilla cuando veían pasar a las multitud que festejaba con la bandera tricolor del Frente Amplio. También estaba Patricio Echegaray, del Partido Comunista, menos atento a los festejos y la alegría y más preocupado por lo que sucederá cuando la coalición izquierdista asuma el gobierno.

Caminando por la ciudad, atraídos también por la elección uruguaya, estaban Jorge Cevallos, dirigente de los piqueteros de Barrios de Pie, que llegó con una delegación, junto con Lito Borello, de los piqueteros de la Federación Tierra y Vivienda (FTV), al igual que Hebe de Bonafini.

Entre los más entusiastas estaba el intendente de Morón, Martín Sabbatella, quien estuvo en el acto de cierre de campaña del Frente Amplio, el miércoles, y acompañó al intendente de esta ciudad Mariano Arana en un acto proselitista en el popular barrio de La Teja. Ese día regresó a Buenos Aires y ayer estaba nuevamente en Montevideo. "Tenemos que aprender del respeto a las reglas de juego frentistas que tienen los uruguayos -decía con énfasis-, es una forma madura de hacer política que en Argentina todavía no encontramos, junto con la búsqueda de consensos de gobernabilidad, pero que sirvan para el cambio y no por la gobernabilidad en sí misma."

"En Argentina necesitamos una cosa parecida al Frente Amplio -coincidió el diputado Francisco "Barba" Gutiérrez, que se encontraba cerca de Sabbatella-, tenemos que ponernos a construir en serio un frente de este tipo."

Rivas y Basteiro recordaron que se está en los últimos arreglos para lanzar el Movimiento Social y Cultural que había propuesto la CTA, pero fue inevitable que en la conversación surgiera el tema del posicionamiento en relación con el gobierno de Néstor Kirchner, al que el Frente Amplio, Lula y Hugo Chávez consideran su equivalente en Argentina.

En la tarde de ayer, varios de ellos participaron en el asado que ofreció el embajador argentino Hernán Patiño Mayer. En un grupo, el secretario de Medios, Enrique Albistur, conversaba con Ernesto Jauretche, quien afirmaba que la fuerza transformadora en Argentina estaba en el peronismo. El secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, festejaba el triunfo del Frente Amplio y expresaba sus dudas sobre la potencialidad del Partido Justicialista, pero subrayaba que la identidad popular seguía siendo peronista y que en Argentina, una coalición como la del Frente Amplio uruguayo tenía que recuperarla. En el avión de las cinco y media de la tarde llegaron también a los festejos el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Felipe Solá, y el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra.

Página 12. Montevideo, 1 de noviembre del 2004
***

PREPARANDOSE PARA EL PODER
Los primeros pasos de Tabaré

Por Luis Bruschtein

Montevideo, 31 de noviembre del 2004


"Me embarga una profunda emoción por haber sido designado por nuestro pueblo y por el destino para ocupar un cargo que juro honrar para la felicidad del pueblo uruguayo", afirmó el presidente electo de Uruguay, Tabaré Vázquez, tras derrotar una hegemonía de doscientos años de los dos partidos políticos históricos de este país. Desde fuera del Hotel Presidente, donde el Frente Amplio había instalado su comando de campaña, llegaba el rumor de la multitud que se fue congregando a lo largo del día y que enmarcó las declaraciones de Vázquez, que estaba acompañado por su vicepresidente, Rodolfo Nin Novoa, y otros dirigentes de la coalición izquierdista, como el futuro ministro de Economía, Danilo Astori ; el intendente de Montevideo, Mariano Arana ; y el dirigente de los tupamaros, Pepe Mujica.

La exigencia de obtener la mitad más uno de los votos para derrotar a blancos y colorados implicaba un esfuerzo fenomenal, y si bien las encuestas ya daban por ganador a Tabaré Vázquez, el margen era de uno o dos puntos por encima del 50 por ciento, lo que hacía imposible anunciar un resultado hasta que el conteo estuviera avanzado. Las encuestas de boca de urna fracasaron porque tenían un alto porcentaje de personas que se habían negado a contestar. Recién a las diez de la noche se tuvieron las primeras proyecciones de los comicios y anunció la victoria del Frente Amplio. Se asomó al balcón, convocó a festejar al pueblo uruguayo y luego se reunió con los periodistas.

"Quiero agradecer en primer lugar a todos los uruguayos, cualquiera sea su elección política, por la magnífica fiesta cívica que han realizado", expresó. "Sepan que no los vamos a defraudar", agregó al agradecer luego a los votantes del Frente Amplio. "Porque este triunfo se lo debemos a muchos uruguayos, algunos anónimos, y otros dirigentes del Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría."
Como hizo en actos anteriores de la agrupación, Tabaré Vázquez recordó especialmente al general Líber Seregni, quien dirigió la coalición izquierdista durante muchos años desde su fundación. "Este triunfo se lo quiero dedicar a aquellos gigantes que nos precedieron, en la figura de nuestro querido general Líber Seregni."
Al referirse a la responsabilidad que implicó la victoria electoral, afirmó : "Nuestro compromiso empieza mañana mismo, para que todos los uruguayos puedan vivir mejor y para que aquellos que fueron obligados a emigrar, puedan volver lo más pronto posible".

Vázquez anunció que hoy a las 15.30 se reunirán el actual secretario general de la Presidencia de la República, Raúl Lagos, con Gonzalo Fernández, quien ocupará ese cargo en el gobierno del Frente Amplio, "para trabajar en una transición seria y responsable". Y en el mismo sentido, indicó que comenzarán a conformarse equipos de trabajo entre el gobierno y el Frente Amplio.

El presidente electo volvió a expresar que su gobierno será de "brazos abiertos" y agradeció a sus adversarios políticos : "Les decimos que estamos dispuestos al diálogo y a la búsqueda de acuerdos políticos". Al terminar la conferencia de prensa, el presidente electo se retiró rápidamente sin que hubiera preguntas, y se dirigió al comando electoral de su adversario del Partido Blanco, Jorge Larrañaga, quien al conocer los datos de las primeras proyecciones aceptó el triunfo del frenteamplista. "Agradezco al gran Partido Nacional, fundador de la Patria", dijo Tabaré Vázquez al tiempo que abrazaba a Larrañaga, que para los analistas políticos locales adquirió una importancia esencial. Los partidos uruguayos no se agreden con la saña que suele darse en otros países, pero los líderes se mantienen distantes y con los antagonismos abiertos.
El abrazo de Vázquez y Larrañaga se entendió como otra señal de que los tiempos políticos empiezan a cambiar en Uruguay.

Las tumbadoras y tambores siguieron repiqueteando a lo largo de toda la avenida 18 de Julio, pese a que el área que tenía el Frente Amplio para los festejos estaba sobre la avenida Libertador, pero toda la gente quería pasar frente al Hotel Presidente con sus banderas y sus cantos, aunque supieran que Vázquez ya se había retirado.

Astori anunció que ya se había puesto en contacto con el ministro de Economía y el presidente del Banco Central, y que hoy mismo comenzarían a trabajar la transición en esa área, destacando la elección que obtuvo la coalición en Montevideo, donde el Frente gobierna desde hace 15 años y que sobrepasó el 60 por ciento de los votos.

"Ahora hay que ponerse a recontralaburar", expresó Pepe Mujica con su hablar campechano. Le preguntaron por las diferencias entre la izquierda. "Hay muchas izquierdas -dijo- ; si sos un intelectual de izquierda, sos una izquierda, si sos de izquierda y vivís en Carrasco, tenés otra visión de izquierda y si vivís en un cantegrill (villa miseria) vas a tener otra visión de la izquierda ; nosotros repechamos con los que viven en el cantegrill. Para el que tiene hambre, comer es una revolución y para los otros, probablemente no sea así."

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