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9 février 2021

Nicholas Winton, el hombre que salvó a 669 niños.

 

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Nicholas Winton falleció el miércoles 1 de julio de 2015, a la edad de 106 años y repitió hasta el final : « Si algo no es imposible... debe haber una forma de llegar a hacerlo ».

Un verdadero héroe que nunca se consideró como tal, este hombre sin embargo salvó a 669 niños en vísperas de la Segunda Guerra Mundial. En diciembre de 1938, el joven banquero de la « City » de Londres, que entonces tenía veintinueve años, se estaba preparando para irse de vacaciones a esquiar en Suiza cuando su amigo Martin Blake, le pidió ayuda desde Praga diciéndole : « Tengo una propuesta muy interesante para ti. No te molestes en traer los esquís ».

Al llegar a Praga, Blake le preguntó si quería echarle una mano y trabajar temporalmente en los campos de refugiados de la zona, donde miles de seres humanos, muchos de los cuales eran niños de origen hebreo, malvivían en condiciones infrahumanas. La visión del drama le marcó profundamente. Decidió montar una oficina improvisada en la habitación del hotel en el que se hospedaba y comenzó a elaborar un plan para sacar del país a tantos niños judíos como fuera posible para llevarlos a otros países y salvar sus vidas amenazados por los nazis.

En poco tiempo, la comunidad judía de la capital checa se hizo eco de la presencia de Winton en la ciudad y del motivo que le impulsaba a seguir allí. Centenares de familias acudieran a visitarle para tratar de persuadirle de que incluyera a sus hijos en la lista de los niños que iba a intentar salvar. El alud de solicitudes provocó que se viera obligado a abrir una nueva oficina en la calle Vorsilska para poder atender a tanta gente como fuera posible. Su amigo Trevor Chadwick se ocupó personalmente de ese despacho. En pocos días centenares de familias habían acudido a solicitarle ayuda para salvar a sus hijos.

Consciente de la magnitud del problema que tenía ante sí, contactó a los embajadores de las naciones que consideraba que podrían hacerse cargo de los niños, pero solo el Gobierno sueco accedió a ocuparse de un grupo de niños. Por su parte, Gran Bretaña prometió aceptar a los que fueran menores de 18 años pero solo si antes encontraba a familias dispuestas a acogerlos y que además deberían comprometerse a abonar por anticipado un depósito de 50 libras por cada niño para pagar su futura vuelta a casa.

Una vez creado el Comité, Winton tuvo que hacer frente al gran problema de conseguir la financiación necesaria para pagar los costos del viaje en tren de los niños desde Checoslovaquia hasta el país de acogida y encontrar personas que aceptaran recibir niños y pagar las 50 libras que reclamaba el gobierno. Winton comenzó a publicar anuncios en los diarios británicos, en las iglesias y en las sinagogas solicitando ayuda. La respuesta de los londinenses fue entusiasta. En unas semanas, centenares de familias aceptaron acoger a los niños y aportaron el dinero necesario para iniciar los transportes desde Checoslovaquia hasta la capital inglesa.

El primero de ellos se efectuó el 14 de marzo de 1939 en avión. En los siguientes meses se organizaron otros siete transportes, todos por tren. El último tuvo lugar el 2 de agosto. Los ferrocarriles tenían como destino la estación de Liverpool Street, en Londres, donde esperaban las familias de acogida.

El octavo tren tenía que salir de Praga el 1 de septiembre de 1939 y en él iban a viajar otros 250 niños, pero ese mismo día Alemania invadió Polonia y cerró las fronteras. Los niños desaparecieron.

Sin embargo, Nicholas Winton mantendrá esta historia en silencio durante cincuenta años. Este heroico gesto pasó desapercibido hasta 1988. Durante esos cincuenta años, los niños no supieron a quién debían su rescate, hasta el día en que su esposa descubre guardando su ático, un maletín de cuero con un extraño cuaderno olvidado. Fotos de niños, documentos, visa, todo está ahí. Su esposo Nicholas es de hecho el héroe discreto que salvó a todos estos niños de una muerte segura.

Luego, Greta comparte la historia con la historiadora Élisabeth Meynard-Maxwell, especialista en la Shoah y casada con el magnate de la prensa británico Robert Maxwell. Este hizo lo necesario para que su revista publicara artículos sobre las acciones de Winton.

En febrero de 1988, Winton fue invitado a un famoso programa de la BBC « That’s Life » presentado por Esther Rantzen en BBC1 y ocurrirá un verdadero « milagro televisivo » cuando el periodista presente a las cámaras el olvidado cuaderno de Winton que se sorprende al descubrir que las personas del público sentadas a su alrededor son los niños que salvó cincuenta años antes. Los "hijos de Winton » se le presentaron y le expresaron su gratitud por salvarles la vida.

LOS HOMENAJES

SIR NICHOLAS WINTON ». Programa « That’s Life » de la BBC (1988)
RECORDANDO A NICHOLAS WINTON » (2015)

El Correo de la Diáspora. París, 9 de febrero de 2019

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