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18 décembre 2002

Lo que se vio es sólo la punta del iceberg del "default" argentino :

 

El gobierno se mantuvo firme en su posición de no saldar el vencimiento de la deuda para resguardar las reservas internacionales, ¿qué consecuencias tendrá esta decisión sobre la economía real ? Si es por la cotización del dólar estadounidense, parecería que los agentes económicos creen que no hay consecuencias pero, ¿es correcta semejante apreciación ?

Por Soledad Arraigada, Pamela Blanco y Virginia Meichtry (*)

El camino hacia el default masivo comenzó a transitarse el 14 de octubre pasado, fecha original del vencimiento de la deuda por US$ 805 millones con el Banco Mundial. A 60 días de esa decisión, la postura del gobierno se mantuvo firme. Incluso tampoco se cumplió con el pago de un bono Samurai, por unos US$ 254 millones, garantizado también por el Banco Mundial .

Esta decisión significó que se suspendan automáticamente todos los desembolsos - U$S 2.000 millones aproximadamente -que esa institución tenía asignados a la Argentina y que serían destinados al financiamiento de planes sociales como los planes Jefes y Jefas de Hogar.

Pero esto es sólo la punta del iceberg, porque enero es en realidad el mes clave. Durante el mismo, vence un pago al FMI por aproximadamente U$S 2.000 millones, una de las amortizaciones más grandes hasta el momento. En ese mismo mes también vence la prórroga de 30 días que otorgó el BID por un crédito de U$S 719 millones, al cual hay que sumarle un vencimiento de capital de U$S 11 millones. Con esto, serán dos organismos internacionales más los que entrarán al club ; ya que el gobierno parece estar muy firme en no cumplir con los pagos sin llegar antes al acuerdo con el FMI.

En este escenario, el gobierno está buscando lograr un acuerdo por separado con el Banco Internacional de Desarrollo y con el Banco Mundial. Pero la realidad es que esta posibilidad es inexistente por la propia normativa vigente en los organismos internacionales, surgida a partir del Concordato de Washington : tanto el BID como el BM delegaron en el Fondo, por primera vez, la negociación con el país. Y es la palabra del FMI la que destrabará, en definitiva, la situación con ambos organismos.

Por eso, el gobierno le pedirá al FMI que cierre "un acuerdo de cortesía" para permitir las negociaciones con el Banco Mundial y la Argentina, por un lado ; y del Banco Interamericano y la Argentina, por el otro.

Lo cierto es que el acuerdo con el FMI está muy lejos, ni siquiera hay un principio de acuerdo. Si bien ya se encuentra en el país una nueva misión del organismo internacional, el mismo Lavagna descartó que sea para llegar a algún acuerdo, la visita será sólo para intercambiar información.

Hay informaciones que sostienen que ya hay problemas en los números del gobierno. Los técnicos habrían calculado un déficit de 2.5 mil millones, cuando la Argentina se comprometió a obtener un superávit de 2.5% del PBI.

Como ya se evidenció el mes pasado, el no pago de las obligaciones con los organismos internacionales no ha tenido efectos graves sobre la economía real. Pero no nos engañemos. Este aislamiento paulatino no puede ser bajo ningún aspecto positivo.

Si bien es lógica la actitud del gobierno, quien considera (correctamente) que de hacer todos los pagos necesarios el BCRA se quedaría sin reservas, tampoco es bueno implantar la sensación de que el no cumplimiento con los compromisos adquiridos no tiene efectos.

Sin ir más lejos, hay tres provincias que resultarán fuertemente perjudicadas ya que no se les harán los desembolsos de los créditos ya acordados. Estas provincias son Santa Fe, Córdoba y Catamarca. Además, como se mencionó anteriormente, también pueden resultar afectados los planes sociales.

Pero más allá de la órbita del gobierno, el resto de la economía puede comenzar a sentir los efectos negativos del default.

Una de las principales preocupaciones sería la disminución de las cartas de crédito otorgadas a los importadores. Esto afectaría la ya escasa oferta de productos provenientes del exterior. Y no nos referimos solo a artículos de lujo, sino a insumos básicos como insumos para la salud.

Otro punto muy importante es que, si el gobierno no modera su gasto y produce un déficit, la única solución para solventarlo es la emisión de dinero. Esto tiene consecuencias claramente inflacionarias, lo que volvería a golpear los bolsillos de los ciudadanos.

No hay que olvidarse que, si bien no se está pagando la deuda, hay una enorme emisión de bonos con el fin de compensar al sistema financiero (bancos y ahorristas) así como el reintegro del 13% tanto a estatales como a jubilados.

Seguramente, a medida que nos alejemos en el tiempo se verán con más claridad las consecuencias de haber entrado en default con los organismos internacionales, lástima que para ese entonces la suerte ya estará echada y habrá poco por hacer si la opción elegida fue la incorrecta.

(*) Soledad Arraigada, Licenciada en Economía, Universidad de Buenos Aires, Postgrado en Finanzas, Universidad de San Andrés.
Correo : soledad@urgente24.info
(*) Pamela Blanco, Licenciada en Administración de Empresas, Universidad de San Andrés.
Correo : pamela@urgente24.info
(*) Virginia Meichtry, Licenciada en Administración de Empresas, Postgrado en Finanzas, Universidad de San Andrés.
Correo : virginia@urgente24.info

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