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Accueil > Réflexions et travaux > « La pandilla del barranco »Pioneros de la especulación financiera en Argentina

18 janvier 2016


« La pandilla del barranco »
Pioneros de la especulación financiera en Argentina

par Carlos Romero*

 

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La burguesía comercial contrabandista y evasora de los tiempos de la colonia tiene sus herederos, y no han perdido los hábitos.

En los últimos tiempos, la especulación financiera, la compra millonaria de dólares en el mercado negro y la evasión impositiva a gran escala se han vuelto un hábito que empecina a ciertos sectores « inquietos » y afortunados de la sociedad argentina, guiados por una suerte de pulsión de lucro difícil de frenar. Sin embargo, al parecer, siempre existió este linaje de « emprendedores » en los márgenes del Río de la Plata, incluso cuando apenas había una ciudad donde ejercer el arte del contrabando y un fisco portuario al que dejar pagando.

Por aquel lejano entonces, tiempo de colonia, guerras civiles y luchas por la independencia, se los conocía con el pintoresco nombre de « la pandilla del barranco ». Así lo cuenta Jorge Abelardo Ramos en « Las masas y las lanzas », primer tomo de su obra Revolución y contrarrevolución, en el que se ocupa de lo que ocurría por estos pagos entre 1810 y 1862.

« Edificada sobre las barrancas que caían suavemente al río barroso, la pretenciosa ciudad era conocida desde los tiempos coloniales, en las cortes europeas, por el oficio predilecto de su ’gente decente’ : el contrabando y su comercialización. Los burgueses de mostrador se destacaban por su habilidad para burlar las disposiciones fiscales y la prohibición de comerciar con extranjeros ; sabían hacerlo tan bien como manejar fructuosamente la vara de medir », describe el historiador y político, en una pieza clave del revisionismo.

« Toda esta clase mercantil –agrega Ramos–, cuyos apellidos de campanillas resonarán incesantemente en nuestra historia política, habíase ganado en la Europa de comienzos del siglo XIX un mote muy significativo : se la llamaba la ’pandilla del barranco’. Curioso nombre, en verdad, que tan bien calzaba a la burguesía comercial de la naciente ciudad-puerto. »

Parece redundante preguntarse si aquella « pandilla » tiene herederos en la Argentina de hoy. Más ilustrativo resulta identificarlos, algo que tampoco configura una misión compleja. Incluso el propio Ramos, allá por 1982, trazó la línea temporal que iba de la Buenos Aires de principios del siglo XIX, con su evasión hecha con métodos artesanales, a la modernidad del mercado global, donde los negociados financieros se ejecutan con precisión digital.

En agosto del ’82, en un reportaje concedido a la revista Status, el autor se refirió a cómo el viejo grupo de hacendados y comerciantes se fue reciclando para seguir vigente, cambiando el barranco por la City. Recordó que en tiempos de la colonia, « estos señores, entre quienes había un Martínez de Hoz, antepasado del célebre Joe, se intercambiaban señales desde las alturas del Parque Lezama con los buques ingleses », para « eludir el control de la Aduana ». Con ese antecedente, Ramos no tuvo dudas de que « los herederos de aquellos pandilleros siguen intercambiando señales, pero ahora desde el asfalto de la City y sin catalejos ».

Así que ya están advertidos : si se cruzan con algún pariente lejano de la « pandilla », sepan que están tratando con alguien ligado históricamente a esos padres fundadores que llevaron el contrabando y la evasión en la sangre, siempre bien dispuestos al sálvese quien pueda.

Carlos Romero para Tiempo argentino

Tiempo argentino. Buenos Aires, 13 de Marzo de 2014.

*Carlos Romero Periodista en Tiempo Argentino. Antes, revista 23 y diario Perfil. Docente UNLaM. Conductor de « Cuestión de tiempo », por FM Rock&Pop.

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