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16 mars 2006

Fracaso global de la privatización del agua y el binomio energético

 

Por Alfredo Jalife Rahme
La Jornada
. México, Miércoles 15 de marzo de 2006.

Luego de más de dos semanas sin agua, habitantes de Iztapalapa son abastecidos por medio de pipas

La psicosis neoliberal global no tiene límites, y ahora los privatizadores del agua desean adueñarse de las nubes, los océanos y los cuerpos humanos, que contienen 75 por ciento del líquido vital.

En la coyuntura geoestratégica presente resulta hasta ocioso, a riesgo de hacer el ridículo, argumentar la privatización del agua, impuesta por el fracasado decálogo neoliberal del Consenso de Washington, que sirvió de plataforma para la desregulada globalización financiera feudal anglosajona (ver Bajo la Lupa, 12/3/06).

La fallida privatización neoliberal del agua intentó prolongar su agonía mediante el unilateralismo bushiano y la invasión anglosajona a Irak, donde Halliburton, la trasnacional texana del petróleo y expoliadora de bienes nacionales ajenos, dejó sedientos a millones de iraquíes.

En Argentina, país infinitamente mejor educado que México, con todos sus neoliberales juntos, la privatización del agua fue cataclísmica y la empresa trasnacional adjudicada (supuestamente del primer mundo dizque civilizado) tiró la toalla por incompetente y dejó en forma criminal que la materia fecal contaminara los mantos freáticos. No pocas veces, la privatización trasnacional del agua va aparejada, en forma real y metafórica, a la adjudicación del alcantarillado.

Si los ultramontanos propagandistas del cuarto Foro Mundial del Agua, bajo la férula del unilateralismo unipolar bushiano, estuviesen enterados del desastre privatizador del agua a escala global, ni siquiera habrían concurrido al aquelarre montado en el centro Citigroup-Banamex por la dupla Fox-Gurría y la embotelladora Coca Cola, una de las principales trasnacionales malditas del planeta (ver Bajo la Lupa, Las 14 empresas globales más malignas, 21-12-05).

En Gran Bretaña, donde nació el modelo del neoliberalismo global para avanzar sus intereses financieros hegemónicos, hace agua la privatización del agua : "Thames Water, la mayor compañía británica (nota : también consagrada al alcantarillado), ha prohibido el uso de mangueras y aspersorios conforme la sequía del país alcanza niveles críticos" (The Observer, 12-3-06). En principio, la medida afectará a 15 millones de usuarios, en un país conformado por poco más de 60 millones de habitantes.

Si las trasnacionales anglosajonas se han vuelto disfuncionales en sus países de origen para lidiar con sus propias aguas y alcantarillado, ¿por qué serían mas eficientes en los países globalizados que vienen a saquear ?
Las empresas privadas multinacionales, con toda la tecnología del mundo en su haber, admitiendo, sin conceder, que todas sean benignas (lo cual no es el caso cuando han sido mancilladas con el estigma del "síndrome Halliburton"), no están capacitadas por su pequeñez consustancial, tanto física como mental, para enfrentar el grave desafío de la crisis del agua a escala planetaria, cuando los países a duras penas pueden hacerlo.

Fox, fanático cocacolero del demencial neoliberalismo gerencial, incurrió en un despilfarro mayúsculo al ostentarse como anfitrión del patético cuarto Foro Mundial del Agua, cuando los tres primeros encuentros son huérfanos de concreciones. Si resultan ciertos los asertos de quienes conocen el tema, desde el primero hasta el cuarto Foro Mundial del Agua, imbuidos por la obsesión de privatizar a cualquier precio, aunque sea sobre los cadáveres de la mayoría del género humano, la situación ha empeorado, no mejorado. Significa dos cosas : o bien que los asistentes son muy mediocres o que no constituye el foro apropiado para un tema trascendental que debe ser abordado con una dimensión de "bien común biosférico", lo cual desecha cualquier veleidad privatizadora expoliadora que, en caso de darse, controlaría hasta el metabolismo de los cuerpos humanos, control que jamás habrían soñado el mismo Orwell ni en el noveno círculo de los avernos.

El neoliberalismo global no resiste el más mínimo escrutinio ; no es siquiera un modelo económico que pueda ser debatido, sino que constituye una verdadera intoxicación mental que debe ser tratada en los hospitales psiquiátricos.

Pasando por alto la criminalidad intrínseca de no pocas multinacionales estadounidenses (v.g el Síndrome Enron), como si fuera novedad, The Washington Post (Terence O’Hara y Amit Paley, 12/3/06), rotativo del establishment de aquel país, confiesa que la "desregulación eléctrica", es decir, la mayor privatización radical sin vigilancia reguladora del gobierno ni de los ciudadanos, exhibió "altos costos" y "no cumplió sus promesas" : la "competencia fue ’un mito’ y los precios se elevaron en espiral". ¡Qué hallazgo !

Si Estados Unidos, centro de la desregulada globalización financiera feudal, admite que su "desregulación eléctrica", de alcances estratégicos, fue un fracaso, ¿por qué habría de ser exitosa la privatización desregulada del agua y su alcantarillado en el "México neoliberal", donde la dictadura financiera salinista, marioneta del unilateralismo bushiano, ha sido expuesta en su mediocridad de cuarto siglo de duración ?

A partir del 11 de septiembre de 2001, el tema del agua tomó nueva dimensión geoestratégica y forma parte inextricable del binomio energético con el petróleo, como aduce en forma persuasiva Allan Hoffman, prominente analista del Departamento de Energía de EU y consejero del Instituto de Análisis de la Seguridad Global (IAGS, por sus siglas en inglés), en su estudio La conexión agua y seguridad global (13/08/04) : "la seguridad energética de Estados Unidos se encuentra íntimamente vinculada al estado de sus recursos de agua. (...) Tampoco la seguridad del agua de EU puede ser garantizada sin una atención cuidadosa en temas relacionados con la energía. Ambos se encuentran inextricablemente vinculados". ¿Tendrán la capacidad mental suficiente y el bagaje intelectual necesario los asistentes y privatizadores a ultranza del ultramontano cuarto Foro Mundial del Agua para entender la unicidad energética biosférica, que peligra debido a la rapacidad de las depredadoras y contaminantes trasnacionales, que han fracasado por doquier, incluyendo sus patrias de origen, en la privatización del agua ?

Allan Hoffman puntualiza que "muchas formas de producción de energía dependen de la asequibilidad del agua -v.g la producción de electricidad en los sitios de hidroenergía. (...). En las plantas de energía térmica se usan combustibles fósiles, nucleares y de biomasa para vaporizar el agua en las turbinas de generadores, que requieren considerables cantidades de líquido para su enfriamiento. Lo mismo se puede decir de las plantas de energía geotérmica. El agua también juega un papel importante en la producción del combustible fósil mediante la inyección en los pozos petroleros convencionales para incrementar la producción, así como su uso en la generación de petróleo de fuentes no convencionales, como el petróleo bituminoso y de esquisto. En el futuro, la economía de hidrógeno requerirá considerables cantidades de agua para suplir el hidrógeno necesario mediante electrólisis".

Aborda la "seguridad del agua", que define como la "habilidad para acceder a suficiente cantidad de agua limpia para mantener parámetros adecuados de producción de alimentos y bienes, así como de higiene y salud", que pasa por la "posesión de energía para extraer el líquido de los acuíferos subterráneos, su transportación por medio de canales y acueductos, su manejo y tratamiento para reutilización y la desalinización del agua del mar para suplir nuevas fuentes". Concluye que no existe una carestía como tal del petróleo y el agua, que todavía son abundantes. Lo que no es asequible es un petróleo "barato" ni el "agua potable y limpia de bajo costo que las poblaciones puedan comprar", por lo que clama por una colaboración federal y estatal en EU para paliar tal situación.

A nuestro juicio, las trasnacionales privatizadoras del agua, las peores de todas por su historial criminal y su avidez de lucro infinito, no están capacitadas para un abordaje biosférico de la "crisis energética" del binomio del petróleo y el agua, ni son las indicadas para rescatar a la humanidad, a la cual habría que salvar con urgencia de las garras de sus peores enemigos.

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